martes, 6 de septiembre de 2011

3/sep/2011 - De boda


Su boda es posiblemente el momento en el que un hombre es el centro de todas las miradas. No hay requisito adicional: si te casas, todos te miran. Dependerá del novio la impresión que cause, por que, por el hecho de casarse, la "campaña publicitaria" está lanzada. Es el mejor momento para darlo todo en la imagen.

La elección en este caso ha sido el chaqué clásico de levita negra, pantalón gris rayado, camisa blanca y chaleco gris claro, opción acertada para destacar en un hombre que viste a diario en traje, o simplemente por puro capricho en su Gran Dia.

Imprescindible la combinación del prendido con la corbata. Para esta ocasión se ha elegido el ramillete de lirio violeta con la corbata en el mismo tono. Un consejo básico para futuros novios: no olvidar coordinar el prendido con el ramo de novia, cuando veáis vuestro reportaje de boda me daréis la razón.

Los invitados: actores secundarios del evento, pero no menos importantes. Acudir a una boda es habitualmente un homenaje a un ser querido y, por qué no, uno de los mejores eventos de "patrocinio" personal, así que toca poner toda la carne sobre el asador. En esta ocasión presentamos tres opciones en tonos acordes al color dominante del evento.

A la izquierda, traje negro de solapa estrecha y tacto satinado que confiere el toque festivo necesario. Corbata de seda color berenjena sobre fondo blanco de camisa, elegante y exquisito. En el centro, una opción menos solemne pero no menos elegante, traje gris también en brillo con corbata en tono algo más claro que subraya la alegría del momento. Y por último, a la derecha nos encontramos con una chaqueta de ribetes de satén que la identifican como prenda elegida para la ocasión y sirve de marco distinguido a esta fabulosa corbata de diseño cachemir en holograma lila.




Como siempre, los detalles son los que marcan la diferencia. Esta chaqueta nos vuelve a sorprender con su original puño abierto que luce propio juego de gemelos para enseñar los del doble puño de la camisa. Esta joya de la mano de Roberto Cavalli, diseño italiano tenía que ser. Una vestimenta así anticipa la tarjeta de presentación de un hombre al detalle, y toda una caja de sorpresas, ¿quién se resiste a descubrirlas...?













 Y por último, sin duda vuestro mejor adorno: nosotras. Un hombre que cuida su imagen no descuida ir combinado con el detalle más bello que le acompaña, su pareja.

 En esta ocasión y siguiendo con la paleta de colores viola-malva, se ha escogido un vestido con escote holgado en bañera, entallado de tubo con sexy apertura lateral en color vino tinto, todo un gran reserva, el perfecto maridaje.

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